La que se viste de verde por guapa se tiene

"She had lived, we´ll say, a harmless life, she called virtuous life, A quiet life, which was not life at all (but that, she had not lived enough to know)" -Elizabeth Barrett Browning-

sábado, septiembre 29

Una noche soñando en un sueño soñé...

Me encanta soñar, a veces por evadirme de la realidad, otras veces -la mayoría- porque mis sueños son reflejo de lo que ocurre en mi vida. Por ejemplo, ayer soñé que estaba en casa del Señor Oscuro (una especie de Sauron venido a menos, que vivía en un piso de soltero franqueado por tres murallas de unos veinte metros de alto) a punto de ver como mataban de la peor manera posible a Salva y esperando mi propia ejecución, cuando, en un arranque de valentía que parecía provocado por el miedo o por la desesperación de no tener otra alternativa, huíamos de alli corriendo y escalando murallas. Finalmente, al llegar a un jardín que parecía simbolizar que el peligro había quedado atrás, Una cobra (presumiblemente enviada por el Maligno) salta encima de Salva y consigue morderle en un brazo, inoculandole su mortal veneno. Entonces Yo, dando una vez más una muestra de mi valentía, decido no abandonar (salva daba la batalla por perdida) y comienzo a absorber el veneno de la herida y a escupirlo cual Cocodrilo Dundee en el Amazonas.
En ese momento me despierto, con la sensación de poder hacer lo que me proponga en la vida, con el maravilloso recuerdo sensorial de la agilidad con la que ascendía por la muralla metalizada (formada por carritos de lavandería apilados uno sobre otro) hasta llegar arriba, y luego descendía con igual facilidad o mayor, y saltaba hasta el suelo como si, al apremiarme la desesperación de la huida, no pudiera fallar, no pudiera caer.
Mi subconsciente es un libro abierto, y en esta página leemos que me siento capaz de comenzar mi aventura, y que ha de salir bien (al menos tengo todo el espíritu). Como, de todas formas, mis sueños no son vaticinios, tendré que poner mucho de mi parte para no caerme desde lo alto de la muralla. En la vida real no soy tan ágil.

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miércoles, septiembre 5

simpsonizeme






No tengo tiempo para mucho, pero quería colgar un link muy divertido. Podéis haceros vuestro personaje Simpson con una foto vuestra y un ratito de retoques. El link es: http://simpsonizeme.com/
Probablemente la primera imagen vuestra que salga no tenga nada que ver con la foto que habéis usado, pero ya vostros os hacéis una que se ajuste más a la realidad (o a vuestra imagen de la realidad).


Pepita Simpson.




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sábado, septiembre 1

vista, gusto, tacto

Me he dado cuenta de que hay hombres que no saben tocar a sus mujeres. No digo en la intimidad, sino en público, en la calle, en la puerta de su casa, en el mercado. Hay hombres y mujeres que deben llevar sin tocarse años, porque cuando sienten la necesidad de volver a entrar en contacto lo hacen torpemente, como si no llegasen a cubrir a la otra persona con sus brazos.
Se parecen sorprendentemente a los abrazos y a las caricias de dos adolescentes que mantienen su primer contacto físico. No sabes cuándo ni cómo es acertado acercarte al otro, los besos son castos de puro torpe, las caricias no existen, y los abrazos son de compadre.
No dejemos de tocarnos a lo largo de nuestra vida en común. no perdamos la agilidad en las yemas de los dedos, en las palmas de las manos, en la piel de erizo. Besad, acariciad y abrazad, y convertidlo en costumbre, para no poder olvidar cómo se hacía.